Cartas
Mi padre enviaba postales con muñecas al dorso,
era yo la niña más linda del mundo.
De ese mundo otro,
desde donde mi padre me envió
tantas fotos en la nieve.
Lanzando migas de pan a los cisnes.
Creo, luego quiso también fuera yo, a ver la nieve
y ese cielo
tan azul como mi cielo.
Como los ojos de mi padre
allá por la bella Alemania.
De regreso.
Sólo que más tristes.
CLARA LECUONA VARELA